El aire que respiramos, los medicamentos que consumimos y la ética con la que operan las empresas ya no son temas separados. Hoy, la ciencia y la sociedad exigen un enfoque integral donde la salud humana, la protección ambiental y la transparencia corporativa converjan. Bajo esta premisa, la farmacéutica AstraZeneca ha adoptado la estrategia #OneHealth, impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para alinear su modelo de negocio con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. ¿Es posible que una multinacional reduzca su huella de carbono mientras mejora el acceso a la salud global? Los avances recientes sugieren que sí, pero el camino está lleno de desafíos.

El enfoque #OneHealth: Cuando todo está conectado
La relación entre el bienestar humano y el estado del planeta es más estrecha de lo que imaginamos. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, en España mueren 20.000 personas al año de forma prematura debido a la contaminación del aire, un problema que afecta al 35% de la población local y al 90% de la población mundial. Estos números no son solo una alerta ambiental, sino un llamado a repensar cómo las industrias —especialmente las farmacéuticas— operan.
La estrategia #OneHealth propone una colaboración multisectorial para abordar tres pilares inseparables:
- Salud humana: Acceso equitativo a tratamientos y prevención de enfermedades.
- Salud ambiental: Reducción de emisiones, conservación de ecosistemas y gestión sostenible de recursos.
- Ética empresarial: Transparencia en operaciones y alianzas con gobiernos, científicos y pacientes.
Para AstraZeneca, este marco no es una opción, sino una obligación. «Nuestra misión va más allá de desarrollar medicamentos; buscamos influir positivamente en los sistemas sanitarios y garantizar un futuro sostenible», explica Marta Moreno, directora de Asuntos Corporativos y Acceso al Mercado de AstraZeneca España.
Ambition Zero Carbon: Hacia una industria farmacéutica neutra en emisiones
El plan Ambition Zero Carbon de AstraZeneca es uno de los más ambiciosos del sector. Sus metas incluyen:
- Reducir a la mitad la huella de carbono de toda su cadena de valor para 2030.
- Alcanzar cero emisiones netas para 2045.
Para lograrlo, la compañía ha implementado acciones concretas:
- Flota eléctrica: El 75% de sus vehículos serán eléctricos en 2024, y el 100% en 2025, bajo la etiqueta #EnchufadosAlFuturo.
- Edificios sostenibles: Sus nuevas sedes en Madrid Nuevo Norte y Barcelona (Edificio Estel) operan con energías renovables, sistemas de climatización eficiente y materiales de bajo impacto. Ambas buscan certificaciones LEED Platinum y Well Platinum, estándares máximos en construcción sostenible.
- Reforestación: El proyecto AZ Forest ha plantado 77.000 árboles en España, regenerando 63 hectáreas en siete comunidades autónomas.
Innovación circular: Del papel al prospecto electrónico
Uno de los proyectos más disruptivos es la adopción del prospecto electrónico (ePIL), impulsado por la Agencia Española del Medicamento. En 2024, esta iniciativa eliminó una tonelada de papel en medicamentos hospitalarios. Si se escala a toda su cartera, AstraZeneca estima que podría:
- Salvar 500.000 árboles.
- Reducir 50.000 toneladas de CO₂.
- Ahorrar 1.600 millones de litros de agua.
Además, campañas como «Yo te ayudo a respirar, tú me ayudas a reciclar» promueven el reciclaje de inhaladores usados, reduciendo residuos y educando a la población.
Ética y colaboración: El rol de las alianzas
La transición hacia un modelo sostenible no se logra en solitario. AstraZeneca trabaja con:
- Gobiernos: Adhesión al Pacto por la Biodiversidad y el Capital Natural del Ministerio de Transición Ecológica.
- Comunidad científica: Desarrollo de herramientas digitales para descarbonizar procesos asistenciales.
- Pacientes: Detección precoz de enfermedades como la renal crónica, evitando tratamientos invasivos (diálisis, trasplantes) que generan alta huella de carbono.
«La sostenibilidad ya no es solo ambiental; abarca cómo impactamos en las comunidades y gestionamos nuestras operaciones. Queremos devolver al planeta más de lo que tomamos», afirma Moreno.
Reconocimientos y desafíos pendientes
Los esfuerzos de AstraZeneca han sido validados con el triple sello MITECO (Calculo-Reduzco-Compenso) en 2021 y 2022. Sin embargo, el camino no está exento de obstáculos:
- Descarbonización de la cadena de valor: Lograr que proveedores y socios comerciales adopten prácticas sostenibles.
- Equidad en el acceso: Garantizar que innovaciones como el ePIL no excluyan a poblaciones con limitado acceso digital.
- Transparencia: Mantener auditorías independientes que verifiquen el cumplimiento de metas.
La pregunta que define el futuro
Los avances de AstraZeneca muestran que es posible alinear rentabilidad con responsabilidad planetaria. Pero esto plantea un dilema mayor: ¿Podrán las empresas liderar una transformación global sin que los intereses económicos opaquen el compromiso ético?
La respuesta, según Moreno, está en la coherencia: «No basta con reducir emisiones; hay que repensar cada eslabón de la cadena, desde la investigación hasta el paciente. Y eso exige humildad para aprender y valentía para cambiar».